Si estás pensando en comprar una moto usada, seguramente buscás una opción más accesible sin perder calidad ni seguridad. Pero ojo, porque si no prestás atención a los detalles, podés terminar con una moto que te traiga más problemas que satisfacción. Acá te contamos 7 claves fundamentales para que tu compra sea un éxito y no un dolor de cabeza.
1. La documentación: el primer filtro
Lo primero que tenés que revisar es que toda la documentación esté en regla. Pedí:
- Título y cédula verde (o azul si la vende alguien que no es titular).
- Verificación policial (en Argentina, el 13I).
- Patente al día, sin deudas ni multas pendientes.
- Seguro vigente (aunque sea básico, te da una idea de cómo la usaron).

Si la moto no tiene estos papeles al día, mejor buscá otra opción.
2. Estado general de la moto: ¿se ve cuidada o maltratada?
Acá es clave el “primer impacto visual”. Una moto bien mantenida se nota enseguida:
- Plásticos y carenados en buen estado (sin rajaduras ni partes mal ajustadas).
- Neumáticos con buen dibujo y sin grietas.
- Asiento sin rajaduras o desgaste excesivo.
Si la moto parece haber pasado por una guerra, no importa el precio: seguí buscando.
3. El motor: el corazón de la moto
El motor es lo más caro de reparar, así que prestale atención. Para revisarlo:
- Arrancala en frío y fijate si enciende sin problemas.
- Revisá si echa humo blanco (puede ser desgaste de los anillos) o azul (consume aceite).
- Escuchá el sonido: si cascabelea o suena raro, puede haber problemas internos.

Si podés, llevá a un mecánico amigo para que la revise antes de comprar una moto usada.
4. Kilometraje real vs. estado real
El kilometraje es importante, pero no lo es todo. Algunas motos con pocos km están mal mantenidas, y otras con más de 50.000 km están impecables.
Fijate si el desgaste de las manetas, los pedales y el asiento coincide con los kilómetros declarados. Si la moto tiene 10.000 km pero parece que le hicieron un Dakar, sospechá.

5. Transmisión, frenos y suspensión: clave para la seguridad
- Cadena y piñón: ¿están oxidados o muy estirados? Eso indica mal mantenimiento.
- Suspensión: apretá el freno delantero y bajá la moto con tu peso. Si rebota demasiado o hace ruido, los amortiguadores pueden estar desgastados.
- Frenos: las pastillas deben tener material de frenado y los discos no pueden estar rayados o alabeados.

6. Prueba de manejo: sentila en acción
Nunca compres una moto sin probarla antes. Al andar, prestá atención a:
- Que no se desvíe sola cuando soltás el manillar.
- Que no haga ruidos raros en los cambios o al frenar.
- Que el embrague no patine ni sea demasiado duro.

Si la moto no se siente “sana” al manejarla, mejor seguí buscando.
7. Precio y negociación: que no te vendan humo
Hacé un relevamiento de precios antes de negociar. Si la moto está demasiado barata, algo raro hay.

Si encontrás detalles que requieren reparación (neumáticos gastados, transmisión floja, etc.), usalos como argumento para bajar el precio. Pero ojo: si el dueño esconde información o no quiere que la pruebes, desconfiá.
Comprá con la cabeza, no con la emoción
Ahora que leíste este post ya sabes que hacer antes de comprar una moto usada, esta decisión puede ser una excelente opción si sabés qué mirar. No te dejes llevar solo por la estética o el precio; revisá documentación, motor, frenos, transmisión y estado general antes de concretar. Y lo más importante: probala antes de cerrar el trato.
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