Si hay algo que los Riders valoramos más que cualquier otra cosa, es la libertad. Y no hay mejor manera de vivirla que agarrar la moto y salir a la ruta.
Se viene un finde largo XL y, si estás buscando un destino copado para escaparte, acá te dejamos tres lugares a menos de dos horas de Buenos Aires que son perfectos para cortar con la rutina, dejar la ciudad atrás y sentir el viento en la cara un rato.
1. Uribelarrea: el rincón escondido para los que aman la tranquilidad (y la buena birra)
A solo 80 km de Buenos Aires, Uribelarrea es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo. Calles de tierra, casas de época y una onda rural que te hace bajar un cambio apenas llegás. Pero lo mejor es la gastronomía: parrillas, quesos artesanales y cervecerías que le ponen el broche de oro a la escapada.
Si te gusta el plan relajado, este es tu lugar. Arrancás la mañana con un buen desayuno en La Uribeña, das una vuelta por la plaza, pasás por la Iglesia Nuestra Señora de Luján (una joyita del siglo XIX) y después te clavás un almuerzo en El Palenque, donde las empanadas de carne cortada a cuchillo son un espectáculo.


Y si la idea es quedarte hasta la tardecita, tenés la cervecería La Uribeña, donde podés probar birras artesanales con una vista espectacular del campo. Ideal para hacer una parada antes de volver a la ruta.

2. Tomás Jofré: la capital del asado y las escapadas en moto
Si lo tuyo es la carne, no hay forma de que no pongas rumbo a Tomás Jofré. Este pueblito, ubicado a 100 km de Buenos Aires, es famoso por sus restaurantes de campo, donde podés comer un asado épico con todas las letras.
El plan perfecto: salir temprano, meter una linda rodada por la Ruta 5 y llegar con hambre a La Casona de Jofré. Acá no hay menú: te sentás y te empiezan a traer de todo. Chorizo, morcilla, asado, vacío, ensaladas… y, obviamente, vino o fernet para acompañar.

Después del banquete, podés caminar un poco por el pueblo para bajar la comida o tirarte a descansar bajo un árbol. No hay mucho más que hacer, pero cuando estás con la moto, la vuelta a casa siempre es parte de la aventura.

3. San Antonio de Areco: historia, tradición y un viaje en el tiempo
San Antonio de Areco es el destino perfecto si querés una escapada con un toque más cultural. Es el corazón de la tradición gaucha en Argentina y tiene una onda colonial que lo hace único.
El casco histórico es ideal para pasear sin apuro, visitando lugares como el Museo Ricardo Güiraldes o el Puente Viejo. Y si querés algo más movido, podés ir hasta una de las estancias de la zona, donde podés ver demostraciones de destrezas criollas y comer como si no hubiera un mañana.


Para cerrar la jornada, nada mejor que un café en el Boliche de Bessonart, un bar con más de 100 años de historia, donde te podés sentar a charlar con locales y escuchar anécdotas de cuando la vida era más simple y las motos… bueno, no existían.

¿Cuál elegís para este finde largo?
Sea cual sea el destino, lo importante es la experiencia. La moto no es solo un medio de transporte, es parte de nuestra identidad. Y cada kilómetro recorrido es una historia más que sumamos a nuestro viaje.
Así que cargá el tanque, ajustá bien el casco y salí a la ruta. Porque no hay mejor manera de aprovechar un fin de semana largo que con el viento en la cara y la libertad en el cuerpo. Si tomas, por favor no manejes, seamos responsables en todo momento, es importante que nos cuidemos y cuidemos del otro.
¡Te vemos en uno de estos lugares!